sábado, 19 de marzo de 2011

El Padrino I (parte I)

Es inevitable hablar de El Padrino cuando se habla de la mafia italiana o del Vaticano. Como ya hemos visto, están directamente relacionados los dos términos.

Arte, cine y literatura entran en juego en una de las obras maestras del cine, resultado de una novela fabulosa de Mario Puzo. Aunque no estamos aquí para hablar del argumento de la película, sino del papel de la mafia, en este caso, en el cine, y para ello, es inevitable tocar plenamente la producción.


El Padrino cuenta la vida de Don Vito Corleone, máximo mandatario de una de las cinco Familias que controlan la mafia italiana en Nueva York en los años 40. Es una imagen muy real de la inmigración italiana en Estados Unidos, dejando claro que el tan deseado "sueño americano" no era fácil de conseguir.

Con un reparto espectacular, encabezado por Marlon Brando en el papel de Don Vito Corleone, y Al Pacino en el de Michael Corleone, consiguió ser una de las películas más taquilleras de todos los tiempos en Estados Unidos. Se trata pues, de una de las producciones más apreciadas del cine, considerada por muchos una obra maestra, quizá la mejor película de Francis Ford Coppola como director, que cuenta la realidad de un lugar en un momento concreto, disfrazándola de historia.

Es tal el grado de realidad de la misma, que hasta la misma mafia intervino en la producción, asesorando para que no se perjudicara la imagen de los italianos en el nuevo continente, que ya de por sí estaba bastante dañada. Finalmente, el film satisfizo a las dos partes, tanto a producción como a la liga italoamericana, que aconsejó no pronunciar las palabras MAFIA o COSA NOSTRA a lo largo de toda la saga, para que no se asociaran directamente a los italianos. La mafia supo tratar con respeto a una película que los trató con respeto y supuso un estilo de vida para muchos a partir de ese momento.




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