martes, 22 de febrero de 2011

Los Borgia

El Padrino es el ejemplo más claro de mafia en los últimos tiempos, pero estas asociaciones son tan viejas como la existencia humana. 

Seguiremos en la novela, en Italia, con Mario Puzo, pero nos remontaremos unos cuantos siglos atrás, más o menos, a la época del descubrimiento de América.

En 2001, se publicó "Los Borgia. La primera gran familia del crimen", una novela histórica que sin duda, es una de las obras que mejor reproducen parte de la historia que envuelve a esta enigmática familia.

Ambientada en el Renacimiento italiano, considerado como un período de esplendor en la historia de la humanidad, como una época de reflexión y de trascendentales cambios a a nivel mundial, quizá son los momentos de mayor efervescencia desde la óptica del desarrollo científico y de la construcción y la expresión artística. Obviamente, la atracción por "lo prohibido" no comenzó aquí, pero quizá sea uno de los ejemplos más claros de tráfico de influencias que desencadenaría una auténtica guerra a nivel europeo. 

Tradicionalmente, Italia ha sido una zona guerrera, en parte, debido al gran contraste de culturas entre su sur y su norte, y por otro lado, por el papel a nivel global que ha jugado a lo largo de la historia albergando la principal representación del cristianismo.


Con una investigación de aproximadamente doce años, el escritor y periodista Mario Puzo realizó esta historia, que nos muestra la vida interior del imperio Vaticano en una época de divisiones eclesiásticas y políticas, resultado de la escisión reformista de Lutero y Juan Calvino, en el siglo XV. Puzo, siempre mostró una gran admiración por su ascendencia latina, pero principalmente su fascinación fue la Italia renacentista, en particular la familia de los Borgia. El autor estaba convencido de que los Borgia fueron la primera gran familia criminal de la historia; que las traiciones y malversaciones políticas de esta familia renacentista fueron más crueles que las que reseñó en sus novelas sobre la mafia en El Padrino, y que los papas del vaticano fueron los primeros señores o "Dons", organizadores de un imperio sustentado en el crimen y la traición. De todos esos representantes del imperio Vaticano, el papa Rodrigo Borgia (Alejandro VI), padre de César, Jofre, Juan, y la siempre recordada Lucrecia Borgia, es sin lugar a dudas, el Don más importante.

En esta, su última novela, Mario Puzo nos plantea la llegada al solio pontificio de Rodrigo Borgia, poco después del descubrimiento de América (1492), cuando las cortes monárquicas estaban sumamente endeudadas con los bancos de los comerciantes burgueses, y cuando la disputa del poder había llevado a los señores feudales y los reyes a prácticamente "comprar" los votos suficientes para conquistar el trono papal en Roma. Era la época cuando la implacable peste negra asolaba toda Europa y cuando la cultura empezaba a florecer en las ciudades, y el estudio de las grandes civilizaciones clásicas se iniciaba con esplendor. Era el momento cuando se decía cruelmente, que en Roma "todo tenía un precio" y con suficiente dinero cualquiera podía comprar iglesias, perdones, bulas e incluso la salvación eterna. Así era la vida en el Renacimiento. Así era el mundo del cardenal Rodrigo Borgia y de su familia, y que Mario Puzo nos relata con todo lujo de detalles en esta, su última novela, que por desgracia, él mismo no pudo ver publicada.



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